El fútbol venezolano ha tenido comportamientos discrepantes durante su historia reciente: por una lado la selección nacional, obteniendo resultados históricos tanto en Copa América (cuarto puesto) como en Eliminatorias Mundialistas; y por otro lado la liga local, donde gran cuantía de las instituciones sufren apenas por mantenerse en funcionamiento.
¿Puede aprovecharse la evolución de la selección nacional, para ayudar a la liga local? Empleando datos de la FIFA para el Mundial de Sudáfrica 2010, el solo hecho de participar en la fase previa de la cita mundialista representa para cada federación 8 millones de dólares.
Además, la FIFA decidió indemnizar a los clubes de los jugadores participantes en el torneo, entendiendo que la presencia de los mismos en el mundial puede representar grandes pérdidas de inversión económica para las instituciones. Los clubes ingresan 1.600 dólares por cada jugador y por día de participación.
Los números indican que la no consecución del boleto al Mundial Brasil 2014, con cifras no indexadas del mundial anterior, representa que el fútbol venezolano dejaría de percibir 8 millones de dólares, sumado a 16.000 dólares diarios en total que obtendrían las instituciones del fútbol local, a repartir entre las mismas según la presencia de sus futbolistas en la selección (10 jugadores vinotintos de la última convocatoria pertenecen a clubes venezolanos).
Esto asumiendo la sola presencia en el Mundial, ya que tomando en cuenta escenarios más optimistas, de caer en octavos se suman 9 millones de dólares, en cuartos 14 millones de dólares, y así sucesivamente.
A pesar de la decepción de no concretar el acceso al Mundial, el no contar con la inyección de capital económico generado de la participación vinotinto en Brasil 2014, sin duda pesará en cuanto al desenvolvimiento de la liga local de fútbol, una competición urgida de subsidios económicos para su permanencia.
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