Para los amantes del fútbol y para los
gerentes deportivos es importante extrapolar las tendencias y las corrientes de
las mejores instituciones, clubes, asociaciones y demás, hacia un ámbito local;
es decir, traer modelos "importados" para evaluarnos y analizar la
factibilidad de su utilización en un plano más cercano.
Actualmente está terminando la temporada
del Fútbol Venezolano y es necesario evaluar los avances que se han conseguido
este año, no solo en taquilla (que se vio disminuida) ni deportivamente
hablando, sino también desde un punto de vista gerencial; desarrollo de las
instituciones, crecimiento de la Primera División y demás indicadores. En
nuestro contexto es de suma dificultad reunir la información correspondiente,
pero se puede realizar una revisión general en cuanto el avance de los últimos
años.
Para comenzar, es justo y necesario hacer
mención especial al sistema de utilización de jóvenes, la conocida "regla
juvenil", traída al país desde Colombia, en la cual se utiliza al menos un
jugador sub20 en los encuentros de primera división y lo mismo para la Copa
Venezuela (implementado este año) con los sub17. Sinceramente, es un gran
avance y aporte para el desarrollo de los jugadores, la competitividad y otros
factores de gran importancia para las nuevas generaciones. Esta regla de por si es bien vista, además ha funcionado
y ha tenido resultados importantes en los años recientes, recordando el mundial
sub20 y ahora el sub17. Es decir, en suma, el talento y formación de jóvenes,
mas la continuidad evidencia un aporte positivo al fútbol venezolano.
Sin embargo, existen realidades negativas,
por no decir muy negativas. Sin ganas de caer en polémicas, la única intención
es mostrar una realidad y buscar alternativas para hacer frente. Comenzamos con
algo que se evidencia cada temporada como lo es la inclinación de los
propietarios de equipos de "sacar la cartera" e invertir importantes
sumas de dinero en crear un equipo que gane una competición, sin formar una
organización, una estructura, un sistema. Si bien es cierto, se puede alcanzar
el campeonato, ganar no es todo! sobre todo si al final no se gana nada.
Explico, al formar un equipo con cartera, sin crear instalaciones deportivas
óptimas, sin fomentar el desarrollo futbolístico y sin formar una verdadera
organización, solo se consigue un fin lógico: LA DESAPARICIÓN
Al crear un "Equipo Cartera" se
crea un sistema destinado al fracaso, aún así consiguiendo los torneos. Desde
un punto de vista financiero es fácil demostrar esto; para comenzar en el
mercado venezolano no existe ningún jugador que pueda revertir en publicidad y
mercadeo lo que se gasta por él, es decir, ningún jugador devuelve su valor a
la institución, monetariamente hablando. Segundo, al no aprovechar las regalías
por competiciones internacionales para invertir correctamente, la institución
no puede llegar a una autosustentabilidad, por lo tanto, siempre dependerá de
la cartera del dueño y en consecuencia no existe ganancias de gran tamaño.
Somos partidarios, que los inversionistas
que quieran trabajar en el fútbol venezolano deben comenzar desde las bases,
crear una visión compartida, fomentar el aprendizaje colectivo y desarrollar el
talento deportivo. Se deben especificar prioridades, invertir en instalaciones,
crear escuelas de formación. Al final, crear un PRODUCTO que se pueda vender
fácilmente, que sea atractivo y capaz de brindar un espectáculo. El crecimiento
debe ir planificado, revisado, ajustado y controlado; ¡los grandes clubes no
llegaron a ese nivel de la noche a la mañana! Tienen años de trabajo, lucha y
constancia.
Aplaudimos las iniciativas de algunas
instituciones en el país que apuntan a ese objetivo, las cuales creen en
proyectos factibles y apuestan por su continuidad, sin esperar el milagro de un
día para el otro. Sin embargo, repudiamos algunas cosas como que un equipo de
fútbol de PRIMERA DIVISIÓN en nuestro país no tenga ¡ni una oficina! Queremos
apuntar que el crecimiento de una organización deportiva no es solo deportivo,
también estructural, gerencial, organizativo, legislativo, entre otros.
Lo antes dicho para un equipo de fútbol
puede ser llevado a nuestros Torneos Apertura y Clausura, es imposible que haya
un desarrollo estable y seguro si no cambiamos la estructura del sistema.
Existen múltiples focos que atender; aspectos organizacionales o
institucionales, económicos, sociales, mercadeo deportivo... Y pare usted de
contar.
Temporada a temporada hay que revisar
exhaustivamente los resultados obtenidos, utilizar indicadores, vender de mejor
manera el producto del Fútbol Venezolano y sobre todo saber que los Gerentes
pasan pero las instituciones quedan.
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